miércoles, febrero 10, 2010

Extranjería

Hay una mujer que mira con palabras extranjeras


Me toca y sonríe. Me huele y huye.

Con ojos pequeños, amarillos, de gata de casa, va decidiendo si soy una buena presa.
- Me pongo a tiro. Vacila -
Levanto el vuelo.
Con palabras que muchos dirían complicadas
eruditas
la voy rondando.
Es posible que esta noche venga.
- He levantado mejores muros. He sostenido sitios más largos -
Me mira y ríe. Me adivina y se aparta.
Caigo de cabeza en un juego de palabras y cabellos delgados y besitos tímidos,
de adolescente triste.
Inicio un poema. No lo termino.