Escenas de Esgrima (I)
Por fin he iniciado con la esgrima. Para fines prácticos, estoy cumpliendo hasta ahora con las metas pendientes desde el año 2000: tomar clases de esgrima, aprender a bailar tango, poder hacer un streap tease con decoro.
Van dos de tres.
Y la esgrima, o por lo menos el manejo del sable que trata de inculcarme (infructuosamente) este maestro de la escuela hungaresa, resulta ser más peligrosa de lo que yo me imaginaba. Todos los días amanezco con moretones en algún lugar distinto.
Pero esto no es más que un pequeño pago que acepto gustoso.
sábado, abril 09, 2005
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