Estaba en Londres. Ya olvidé en qué calle. No recuerdo si iba hacia el Museo Británico, o venía de Trafalgar Square. Lo único seguro es que en Picadilly Circus no estaba.
La cosa es que, en el mejor clima londinense, hacía frío. O, por lo menos, yo lo sentía.
De la nada (y por el lado correcto de la calle) se oyen bocinas y gritos. Una manifestación de pro-ambientalistas, en bicicleta y desnudos, está pasando frente a nuestros ojos. Imagínate gente común y corriente - gente que incluso preferirías imaginártela con ropa - desnuda, con ese clima, y en bicicleta. (Pero eso sí, con cascos de ciclista: ¡no hay que olvidar las precauciones!)
La cosa es que, en el mejor clima londinense, hacía frío. O, por lo menos, yo lo sentía.
De la nada (y por el lado correcto de la calle) se oyen bocinas y gritos. Una manifestación de pro-ambientalistas, en bicicleta y desnudos, está pasando frente a nuestros ojos. Imagínate gente común y corriente - gente que incluso preferirías imaginártela con ropa - desnuda, con ese clima, y en bicicleta. (Pero eso sí, con cascos de ciclista: ¡no hay que olvidar las precauciones!)
A mí me sigue dando frío.